miércoles, 12 de febrero de 2014

Sobre máquinas del tiempo y el primer día

Nunca me habia ido tan lejos de mi casa, de mi gente, de mi zona de confort. Me moví 3 horas en total. Subirse a una maquina del tiempo hoy en día es una cosa peculiar.Vienen equipadas con pantallas de entretenimiento para cada uno de sus tripulantes con películas, series, videojuegos e, incluso, una colección musical. La gente suele aburrirse muy fácil cuando intenta traspasar las barreras del tiempo. Mi vuelo de hoy sólo duró 6 horas y sé pasó a toda. 

En la máquina del tiempo conocí a Luis, un médico de Villavicencio que se iba a Porto Alegre a hacer una especialización en Ortopedia. Es un tipo muy amable, quiere estudiar y volver a su tierra natal donde tiene “todo”. Hablamos un poco de todo, sobre aspiraciones, sobre mujeres, sobre Colombia, sobre la vida. El resto del tiempo leí “Ensayo sobre la lucidez”, uno de los 6 libros que debo acabar antes de llegar a Bogotá. En el vuelo venían otro par de estudiantes de intercambio para la USP, a duras penas hablamos e intercambiamos correos. 

Muy valiente e inocentemente decidí tomar la ruta que había buscado en Google maps antes de salir de Bogotá. Tuve que tomar un bus, un tren y el metro para llegar a la estación de Faria Lima. La gente en todas partes es muy amable, un montón de personas pararon a ayudarme a encontrar mi ruta. Creo que el hecho de que llevara una mochila repleta y un morral más grande los motivaba. Una china churrisima se me acercó! :) La cruda verdad es que aquí las mujeres son increíblemente lindas. Pero incluso con toda la ayuda, casi no puedo encontrar la dirección. Cuando ya estaba al borde de la desesperación, es decir, coger un taxi. Un tipo se me acercó y me dijo: “Yo soy amigo de los dueños del hostal, venga le muestro donde queda”. La más infinita gratitud a ese man. 

En el hostal todos son muy queridos, el recepcionista se llama Vinicius y debe tener unos 20 años. Debo confesar que pensé en Vinicius de Moraes apenas me dijo su nombre. Quiere entrar a la USP a estudiar, pero no ha podido pasar. Lo bueno es que su novia lo logró! El hostal está lleno de referencias geeks y de cultura popular pegadas en las paredes. Hay una cocina donde se puede cocinar si uno lava todo lo que usa, incluso dejan comida gratis para que los huéspedes cocinemos. Hablé rápidamente con un uruguayo y un argentino que tienen como profesión malabaristas, el uruguayo lleva 10 años seguidos viajando! También conocí un par de estudiantes Suecos, pero no hablé mucho con ellos. Estoy en un cuarto compartido con dos brasileros, parecen buena gente y hablan de partidos e intereses federales y estatales; cosas serias de gente grande. 


Pero bueno ya son las 2 am, debo intentar conciliar el sueño. Mañana saldré en busca de una sim para el celular y un lugar donde vivir. Los extraño putamente, ustedes saben quienes son. Un saludo desde Hey Hostal!